Por María Celsa Rodríguez
Los comentarios de Obama -cuando era Presidente-, sobre los ataques terroristas en los Estados Unidos, siempre dejaron entrever que esto sería un capítulo más en la vida cotidiana de los norteamericanos. De este modo se fue sembrado el miedo y la inseguridad hacia un desamparo interno de que “algo” puede ocurrir en cualquier momento. Sin encontrarle una explicación a tales eventos y menos la solución al corte definitivo del terror, este se naturalizó y la violencia fue una parte importante en la propia política de la Casa Blanca, diseñada por la administración Obama.
De acuerdo a un informe de la CNN en español, muchos fueron los eventos que dejaron muertos y heridos desde que Obama se instaló en la Oficina Oval (http://cnnespanol.cnn.com/2016/06/12/principales-ataques-terroristas-en-estados-unidos/):
– El “5 noviembre de 2009 – El mayor Nidal Hassan, irrumpe en un centro de procesamiento militar en Fort Hood, Texas, matando a 13 personas e hiriendo a 32. Fue declarado culpable de 13 cargos de asesinato y 32 cargos de intento de asesinato, y condenado a pena de muerte. Hassan no fue acusado de terrorismo, pero la conducta violenta extrema es considerada por muchos como un incidente de terror.
– El 15 de abril de 2013 – Dos artefactos explosivos de fabricación artesanal explotan cerca de la línea de meta del maratón de Boston, matando a tres e hiriendo al menos a 264 personas. El sospechoso Dzhokhar Tsarnaev, fue acusado por el gobierno de los Estados Unidos de conspiración para el uso de un arma de destrucción masiva con resultado de muerte. Fue sentenciado a pena de muerte el 25 de junio de 2015.
-El 16 de julio de 2015 – Mohammad Abdulazeez, abre fuego en un centro de reclutamiento militar y una instalación de la marina en Chattanooga, Tennessee, matando a cuatro infantes de marina estadounidenses y otro militar de la Armada. El director del FBI James Comey, dijo que las acciones de Abdulazeez fueron «motivados por la propaganda de una organización terrorista extranjera», añadiendo que es difícil determinar qué grupo terrorista pudo haberle inspirado.
– 2 de diciembre de 2015 – La pareja conformada por Syed Rizwan Malik Farook y Tashfeen Malik, abre fuego en una fiesta que tenía lugar en el Centro Regional de San Bernardino, matando a 14 personas. Los investigadores creen que la pareja se había autorradicalizado”.
– El ataque ocurrido en el vuelo 253 de Northwest Airlines, en diciembre de 2009 en que Abdull Medallad, con vínculos con Al Qaeda quiso -con un explosivo-, destruir el avión. Según la BBC “el atacante quería vengarse de los Estados Unidos por los ataques de militares ocurridos en Yemen”.
-En el 2006, un hombre fuertemente armado abre fuego de forma despiadada contra la Federación Judía en Seattle en Washington y mata a una persona.
– En 2008, un sujeto abre fuego en medio de una celebración religiosa en Tenesse y mata a dos personas.
– En 2009, 13 personas mueren en un tiroteo producido contra el centro de inmigrantes en Binghamton en Nueva York.
– No nos olvidemos del atentado en Austin, en el año 2010, en el cual un piloto estrelló una avioneta contra un edificio ubicado al lado de las oficinas del FBI. Fue un ataque suicida que dejó como resultado 2 personas muertas y 13 heridos. El autor, Joseph Andrew Stock, también había incendiado horas antes su casa.
– En 2011, en un mitin matan al Juez John Mac Carthy Roll, hiriendo también gravemente a la congresista por Arizona Gabrielle Giffords, y matan a 6 personas mas.
– En 2012, en el ataque al templo Sij en Oak Creek, en el estado de Wisconsin, matan a 6 personas y hieren a 4.
-Tambien ese año ocurre la masacre de Aurora, que fue otro de los atentados crueles, durante el estreno de la película “The Dark Knight Rises ( El caballero de la noche ardiente) de la saga de Batman, ocurrida en el cine Century 16, dejando como consecuencias del tiroteo 13 personas muertas y 58 heridos. El autor de la masacre fue James Eagan Holmes.
– En 2016, ocurre la masacre en la discoteca Pulse de Orlando, su autor, Omar Mir Seddque Matun, se consideraba -de acuerdo a las investigaciones-, que era un “terrorista que juró lealtad al estado islámico y atentó contra la comunidad LGBT” dejando como saldo 50 muertos y 53 heridos, la mayoría de ellos eran de origen latino.
– El año pasado ocurrió el atentado en la Universidad Estatal de Ohio, el perpetrador fue un refugiado somalí Abdul Razak Artan, quien según investigaciones fue “inspirado por la propaganda terrorista del Estado islámico quien se adjudicó el ataque”. El autor hirió a 13 personas con cuchillo.
Está más que claro que estos son los ataques que la Administración Obama, permitió que trasciendan en los medios. ¿Cuantos serán los que quedaron tapados?
Pero ¿qué fue lo que no entendió el Presidente Obama?
Javier Dorado Porras, en su libro “Terrorismo, justicia transicional y grupos vulnerables” explica que “el nuevo terrorismo, combina una organización -si acaso similar a las guerrillas-, el modus operandi es de una sofisticada y post moderna banda terrorista y el potencial lesivo de una acción militar en una guerra total, [sin fronteras,…] -son algo no solo híbridos-, sino fundamentalmente nuevos y supone una amenaza existencial para la comunidad política”.
Sin embargo, en una entrevista dada por Obama, a la cadena CNN en el año 2015 dijo que “si bien es consciente de los terribles costos del terrorismo, los grupos terroristas no son una amenaza existencial para los Estados Unidos o para el Orden Mundial […] y tenemos la capacidad de controlar como respondemos de manera que no debiliten la esencia de lo que somos”.
Pero el número de ataques terroristas que internamente ha sufrido los Estados Unidos, durante su administración ha demostrado que ha fracasado su capacidad de control y su respuesta de defensa en materia de seguridad interna. Su respuesta “quirúrgica”- como llamó Obama- al problema del terrorismo, deja en evidencia lo blando que fue su política en el sistema de defensa. Justamente los republicanos le han criticado de calificar la amenaza terrorista como producto del extremismo islámico que encuentra su fuente de desarrollo en el islamismo radical.
Por eso, como explica Javier Dorado Porras “en su discurso inaugural [de su gobierno], omitió la frase “guerra contra el terrorismo” y solo empleó en esa ocasión el termino: “terror” y con implicaciones aparentemente distintas a las características de los discursos de su predecesor”, como queriendo tomar distancia de la política de Bush hijo, que articulaba una estrategia de defensa bajo la configuración de “un conflicto persistente” o “guerra contra Al Qaeda”.
“La nueva estrategia del Departamento de Defensa- hecho pública en 2012-, deja el concepto ‘de larga guerra’ o lo que es lo mismo, el carácter indefinido o indeterminado en el tiempo de la guerra contra el terrorismo”.
Se ve con ello, que nunca en sus 8 años de presidencia pronunció la frase “terrorismo radical islámico” porque consideró que esa frase significaría equiparar a todo el islam con el terrorismo. Más allá de dar un tono intelectual a su posición, lo que ha hecho es negar la realidad de la gravedad del problema. Ya que en su último discurso dió a entender que los terroristas extranjeros no pudieron ejecutar ningún atentado en sus 8 años de mandato. Pero se contradijo al agregar que: “aunque Boston, Orlando o San Bernardino nos recuerda lo peligrosa que puede ser la ‘radicalización’, nuestros agentes están más atentos y son más efectivos que nunca”.
Más allá de sus palabras, en los múltiples ataques han muerto un gran número de personas y ha demostrado que los agentes no están tan atentos y no son tan efectivos, porque los hechos recientes nos demuestran hoy que los Estados Unidos es aun inseguro.
Asimismo en política internacional el mismo reconoció en su momento que ha fracasado con Siria, ya que junto con la coalición de países contra el estado Islámico, los Estados Unidos, comenzó su ataque a destiempo, y evitó el ataque contra las fuerzas de Bashar al Asad, y las incursiones desordenadas en Irak y Libia han dejado en un cono de sombras a las fuerzas norteamericanas, y ha fortalecido al Estado Islámico.
Sus últimos movimientos fueron aún más negativo para su imagen, parece que el hecho que la demócrata Hillary Clinton, no sea quien lo sucediera, ha dejado en Obama, cierto resentimiento que se hizo carne en las decisiones que tomó en las últimas semanas del final de su mandato, al ordenar fuertes sanciones a Rusia, como consecuencia del “supuesto hackeo” durante las elecciones, además del cierre de dos oficinas rusas en Maryland y Nueva York y la expulsión de 35 agentes de inteligencia rusos. La traición a su socio y aliado: Israel y por último la derogación de la política migratoria con Cuba de «pies secos, pies mojados», en que el sueño de libertad de los cubanos quedó trunco. Demostró que dejaba una mala relación con parte del mundo y la retórica de sus últimos mensajes no pudo tapar sus errores. Errores que hoy el Presidente Trump, va subsanando.
Sin embargo la inseguridad volvió a mostrar su rostro macabro en Las Vegas, donde murieron más de 50 personas y más de 500 resultaron heridas. Las pruebas que circularon por los medios demostraron que el autor de la masacre Stephen Paddock, no fue el único francotirador, aunque oficialmente solo se lo nombra a él. El Presidente Trump, lo calificó de un acto de pura maldad y no se le ha dado el término de «terrorista» ni de «atentado terrorista». Si bien legalmente el Código de Nevada tiene su propia definición de terrorismo, que califica la ley federal, bajo el estatuto de Nevada, como un «acto que implica el uso de intento de uso de sabotaje, la coacción o violencia que se pretende que (a) causar un gran daño corporal o la muerte a la población en general; o (b) causar la destrucción sustancial, la contaminación o deterioro de (1) cualquier edificio o infraestructura, comunicaciones, transporte, servicios públicos o servicios, o (2) cualquier recurso natural o el medio ambiente».
O sea se habla de daño en escala masiva. Ahora, encontrar una analogía de términos a lo que anteriormente Obama, calificó de «extremismo violento» no nos permite acercarnos al concepto en si mismo porque en este caso no hubo motivaciones políticas ni ideológicas, o eso al menos es lo que surge de la investigación.
Según «el código Penal de los Estados Unidos ( sección 2331 (5) del Título 18 ), un acto violento cumple con la definición de “terrorismo doméstico” si el actor estaba buscando: (I) para intimidar o coaccionar a la población civil; (Ii) para influir en la política de un gobierno por intimidación o coerción; o (iii) para afectar la conducta de un gobierno por la destrucción masiva, el asesinato o secuestro». Y aquí solo estamos ante alguien armado que tenía problemas mentales y que salió a matar, aunque la conducta en los controles de seguridad ahora se modifiquen después de este sangriento episodio.
Mientras tanto las voces susurran encontrando las motivaciones que llevaron a Stephen Paddock a abrir fuego sobre una muchedumbre que disfrutaba de un espectáculo musical, mientras «los tiradores» los tenían en su blanco.
La autora es: Directora de ChacoRealidades; www.chacorealidades.blogspot.com.ar